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Avaliação da contribuiçãoVisitar este restaurante, es conocer uno de los secretos mejor guardados de Acapulco. Es volver a un glamour que ha quedado en el recuerdo de muchos visitantes y sobre todo, disfrutar de una velada excepcional. La comida es simplemente exquisita, el servicio es inmejorable, la vista unica en su tipo y en conjunto, una experiencia que parece detenida en el tiempo. Lo mejor, su crema de guayaba, la vista de la Bahia, la conversación de sus meseros y sin lugar a duda su relación calidad-precio.
Como su nombre lo indica es difícil estar aquí y olvidarse despues. La comida exquisita, la atención amable, y la vista de la playa espectacular. Huelga decir que disfruta uno tanto de los atardeceres como de la comida. Por eso le llaman creo yo, “el gran recuerdo”.
Me encanto, la vista, la atención muy cálida y la comida riquísima, lo recomiendo al 100%, siempre tienen un detalle para ti
Muy agradable y económico lugar para comprar recuerdos, incluso para comer, es barato y más o menos bueno, hay que buscar porque luego lo mismo está más barato a solo unos pasos.
LaComida buena, elPrecio justo. El postre no me gusto mucho pero la crema de langosta y el pescado especialidad de la casa muy bien. El mobiliario y elAmbiente vacío y un poco descuidado. Bueno si estás en la zona.