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Avaliação da contribuiçãoEs un lugar que cuenta con un balance perfecto entre la sofisticación culinaria el servicio amigable y buen ambiente, relajado, cordial y a un precio adecuado. Felicidades a la Chef y a su equipo de trabajo que realmente convierten una comida en una gran experiencia. Visita obligada para locales y visitantes de la CDMX.
Hemos estado en este restaurante muchísimas veces, y cada una de ellas hemos salido complacidos y ansiosos por volver.A recomendar: TODO!!Lo único que no me agradó fue que quitaron de la carta mi cóctel virgen favorito con calpis y canela quemada. Hay una mesera genial! Muy relajada pero con un sentido de servicio al cliente bien desarrollado. Volveremos!
Decidimos aventurarnos a un pequeño restaurante que había visto referido en varios blogs, está ubicado en la colonia Juárez, el lugar es íntimo, 12 mesas, luz tenue y cálida, comida especiada, llena de sabores y colores, los meseros son atentos y con muy buena disposición, el decorado es acogedor, te invita a quedarte, ya sea para comer o tomar una bebida.Las porciones de comida son pequeñas, así que debes pedir varias cosas para quedar satisfecho, pero eso te hace disfrutar una gran combinación de sabores.Iniciamos con un Muhammara, que es un dip de pimiento morron asado con nuez, de lo mejor!, les recomiendo lo coman solo, ya que las tostadas con ajonjolí que le acompañan le roban todo el delicado sabor al morron y a la nuez.Mientras nos traían los platillos pedimos unas bebidas sin alcohol "vírgenes", la mía era de coco y piña asada con cardamomo, muy fresca, y la de mi mujer era de maracuya, jengibre y soda, muy sabrosa.La combinación elegida de platillos fueron las Kafta, unas pequeñas, sí, pequeñas, albóndigas de res y carnero con curry en salsa de tomate que al morderlas mezclan el sabor dulzón del tomate con el picante del curry verde, resultando en una refrescante sensación en cada bocado, el otro guisado fue una Sfija, pan de trigo parecido a las memelas sopes con carne molida de carnero y res cubiertas con cebolla morada encurtida y chutney de cilantro, esta Sfija se presenta cortada en 4 partes (de ahí las 4 porciones aludidas en el menú) y acompañada de tahine preparado, el sabor es muy bueno, te sorprende gratamente la combinación de cebolla morada con la carne de res y carnero. Acompañamos los platillos principales con arroz iraní que es basmati con fideo, arandano, garbanzo, orejón de chabacano y pistache, sabroso y delicado, pero escaso, el segundo acompañamiento fueron hongos marroquíes con ras el hanut en aceite de oliva, de muy buen sabor y también lamentas que sea tan poquito.Al final pedimos como postre un crumble de zarzamora con crema y ralladura de naranja, está bien a secas, desmerece la gama de sabores que habíamos probado en los demás platillos, pero el segundo postre era un buñuelo en jarabe de pimienta gorda (allspice) muy bueno, acompañado con helado de vainilla, que al combinarse todos resultaban en una delicia para las papilas, y claro, acompañado del café daba un buen contraste de lo amargo con lo dulce.Mi conclusión es que la comida tiene sabores exquisitos, delicados y contratantes, en porciones pequeñas, en un ambiente relajado y con una adecuada atención.Volvería a ir? Si, sin duda.El ticket promedio? $400 /pax con propina (USD 20 en agosto 2016)
Uno de los mejores sitios en México. Vale la pena todo lo que uno pide. Condimentado justo. Los cocteles están de ensueño.
Pedimos 5 pequeños platos al centro como sugieren y uno estuvo mejor que el otro. Sobresalió la berenjena, el huevo con especias y la ensalada de ejotes con muchas especias deliciosas! También los postres ( helado con cardamomo y berries con crumble de especias) originales y riquísimos. Finalmente las bebidas son muy diferentes y refrescantes. El servicio fue eficiente si bien un poco frío. Muy recomendable !