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Avaliação da contribuiçãoMolt bona experiència a la Serendipia de Llívia. Restaurant La Caleche molt ben situat. Cuina de temporada amb productes de bona qualitat. Les racions ben presentades, saboroses i completes. Relació qualitat-preu correcta. Menú curt però suficient, complementat amb els suggeriments diaris segons el mercat. Servei amable i atent. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx La Serendipia de Llívia Restaurant La Caleche molt ben situat. Cuina de temporada amb productes de bona qualitat. Molt bona relació qualitat-preu. Relació qualitat-preu correcta. Menú curt però suficient, complementat amb els suggeriments del dia segons el mercat. Servei amable i atent. Recomanat en el seu conjunt.
Aún no he probado la comida de Caleche, pero del restaurante Serendipia de Caleche. Es la versión más “fina” para mi comprensión, ya que todo estaba delicioso. Tienen platos de ambos restaurantes. Y te ofrecen pedir media y media para probar todos los platos. Usan muchos germinados, y camarones, y todo lo que pedimos tuvo un sabor particularmente intenso. Una mezcla de sabores muy ricos y bien ligados. Un poco más que una tapa. Pedimos varias opciones de pescado y verduras. Me encantaba hacer todos los platos. Cada uno de ellos era un nuevo descubrimiento. Excelente calidad de producto. Conida entre moderno y fusión. Si quieres disfrutar de una experiencia culinaria con producto fresco, este es el lugar. Si te gusta la comida en plan de mapache, patatas fritas y platos de carne, obviamente, este no es el lugar. Con el deseo de probar más cosas
Súper restaurante en La Cerdanya.Muy,pero que muy bueno.De lo mejor que he visitado en mi vida.
¡EXCEPCIONAL! Fuimos este pasado agosto y desde el primer al último plato, incluso el tipo de pan, que te sirven calentito, y el aceite (de Arbequina y Argudell) es impresionante. No sabría decir qué plato era mejor. Es muy superior a otros muchos restaurantes, que hemos ido, con estrella Michelin. Para terminar de rematar el precio está muy bien, teniendo en cuenta la elaboración de los platos y su calidad. Olga, la cocinera tiene un don (además de trabajárselo mucho) y, encima, es tan humilde, que no se lo cree. Joan (su marido), no puede ser más amable explicando los platos, recomendando el vino y todo lo necesario (incluso asesorándole en la elección de platos si algún comensal tiene alguna alergia alimentaria o modificándolos para que puedan comer). Su hijo, que también atiende a los clientes es muy simpático y va donde haga falta y el espacio (todo nuevo) es muy acogedor. No vemos el día de poder volver, ya que sabemos que ese día nos olvidaremos de todo y seremos felices. ¡Muchas gracias!
Un lugar único en la zona sin duda. Platos tradicionales de la zona, elaborados con los mejores ingredientes. No creo que os equivoquéis en todo el menú, ¡solo os recomiendo que dejéis un hueco para el postre!