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Avaliação da contribuiçãoAtención perfecta, comida de 10 y el local es precioso, es de aquellos sitios de los que te vas con ganas de volver de nuevo. Azahara nos atendió genial, preocupándose por qué todo fuese bien y aconsejándonos fenomenal a la hora de elegir comida. Todo el equipo súper amable. Recomendado a amigos y familiares
Gracias por un evento inolvidable. Azahara e Isabel sois únicas en servicio, amabilidad y diversión… repetiremos!!!
El mejor lugar de Mérida para celebrar momentos que quedan en la memoria. Todo perfecto, pero especialmente la atención de Isabel y Azahara. Muchas gracias
Lo mejor de todo fue la simpatía con la que nos trataron, pero eso no se come ... en llegar la primera comanda se tardó 45 minutos, se juntó lo que tardaron en apuntar lo que queríamos con lo que tardó en traernoslo. Como digo, la primera comanda tardó 45min, pero la segunda, llegó sin terminar la primera y dado que la primera ración (gambas a la plancha) estaba templada, cuando quisimos comer las zamburiñas (aunque eran volandeiras), casi estaban frías (todo eso tiene pinta de que cocina y sala no van al mismo ritmo) La tercera ración, unas alcachofas gratinadas, también llegó templada (poco después de las volandeiras) y además, estaban poco hechas (algo duras) Los primeros platos, mi mujer, tataki de atún rojo (que no era rojo) y taco de bacalao con parmentier de patata y pimientos asados. El tataki, bien, para gustos, yo le hubiera marcado un poco mas y me hubiera ahorrado la reducción que llevaba ya que escondía el sabor del propio atún. El bacalao, muy seco, se notaba que era congelado y recalentado, el parmentier, era mas bien un puré denso de patata, que sabia bien, pero no era parmentier, y los pimientos, correctos. Nos regalaron un postre y el café por estar las zamburiñas casi frías . Un detalle muy gracioso, pregunté que tal hacían los gintonics, me comenta una de las camareras, este chico es coctelero, los hace muy bien, y resulta que a parte de preparar unos twist de limon, no hizo nada más, llegó la camarera con la botella y la copa y lo echó delante de mi ... para que tener un coctelero ... en fin ...
Lugar con una decoración y unas vistas muy bonitas. La comida estaba muy buena y la atención de la camarera genial. El pero que le pongo, es que había muchas cosas de la carta que no tenían y cuando finalmente nos decidimos por un entrante al pedirlo justo nos dicen que se había terminado. Volvemos a re-elegir los platos y cuando nos sirven el Bacalao Gratinado (muy bueno de sabor) nos dicen que solo les quedaba una pieza y nos cobrarán la mitad del plato. Esa ha sido la peor parte. Recomendación: tosta de atun marinado.