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Avaliações
Avaliação da contribuiçãoUn ambiente muy agradable, organizado y limpio. La comida estaba deliciosa y variada. La atención que nos brindo el personal fue impecable, fueron muy atentos y amables con nosotros, siempre pendientes a lo que necesitaramos. Recomiendo ir a Guk Gastroteka, tuvimos muy buena experiencia y pudimos disfrutar de una buena reunión en grupo en el lugar.
Bar amplio y agradable , su oferta gastronómica no la valoro por desconocimiento. Valoro el servicio de Bar. Pedí un vino rosado (3€ y me sirvieron un cantidad irrisoria, una tomadura de pelo. Después de pagar le comento a la camarera y me dice “que es un vino muy bueno” y es lo que le autorizan a servir; el vino era normal , que lo conozco , pero si quieres ganar más sube el precio si te atreves, pero no escatimes en la cantidad. Me resultaron rácanos. Vista tu respuesta: no es una percepción mía es un hecho; el servicio óptimo de una copa de vino es de 150ml. Y esta creo que no llegaba ni a 100ml. Del precio no me he quejado sólo lo he indicado.
Comida exquisita, platos con una preparación muy trabajada que hacen que el precio valga la pena. Los entrantes deliciosos y el pulpo especialmente bueno. El arros a jauna hay que pedirlo con antelación, muy recomendable también.
El restaurante GUK, ubicado en el encantador barrio del Soto Lezkairu, ofrece una experiencia culinaria que supera todas las expectativas. Recientemente, mi pareja y yo disfrutamos su menú de degustación, y cada plato nos dejó impresionados. Comenzamos con unos bocaditos de taco de cochinilla pibil y rollitos de crema de txangurro donostiarra ambos absolutamente exquisitos. La croqueta de la casa fue especialmente destacable por su textura única, diferente a cualquier otra que hayamos probado: crujiente por fuera y extremadamente cremosa por dentro. La ensalada de tomate feo con gazpacho resaltó por su frescura y textura, mientras que el entrecot confitado con chimichurri fue jugoso y lleno de sabor, con la acidez justa de la salsa que complementaba la carne perfectamente. El bacalao confitado con caldo miso, wakame y boniato nos llevó a un viaje de sabores orientales, suave y lleno de umami. Después de los platos, disfrutamos de un cocktail Bonanto Palona, refrescante y sofisticado, perfecto antes del postre. El cheesecake de fresa, presentado de manera innovadora en una copa, cerró la noche con un toque dulce y ligero. Quiero destacar con ahínco que la presentación de cada plato era impecable, reflejando no solo la destreza culinaria del chef sino también un cuidado estético que hacía cada bocado aún más apetecible. Además, el personal fue muy amable y atento, lo que añadió una estrella más a la experiencia. El lugar es muy bonito, con una atmósfera acogedora y elegante. El menú de degustación cuesta 45€ por persona, excluyendo bebidas, excepto el agua. GUK es, sin duda, una visita obligada para quienes buscan una experiencia gastronómica única y memorable en el Soto Lezkairu.
Comida buenísima con una atención y un servicio muy atento.