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Avaliação da contribuiçãoLunes 23/08/2021, 19:00. Este ha sido uno de los más insolentes episodios de mala educación y falta de profesionalidad que he preenciado por parte de una camarera: 1. Pese a vernos recién sentados a la mesa de la terraza, no recogió las tazas de los anteriores comensales ni la limpió hasta que se lo pedí al encargar las consumiciones. 2. Nos recriminó de forma muy vulgar el habernos sentado en dicha mesa y no en otra ya limpia. Escogimos esa mesa porque estaba más apartada de otros clientes, algo a tener en consideración en estos tiempos pandémicos. 3. En su misma línea de rastrero comportamiento nos hizo saber que no ofrecen servicio de terraza. Visto la molestia que le causaba hacer su trabajo, su falta de educación y nula profesionalidad, nos levantamos y nos fuimos. Ella solo sabía desentanderse, pues según ella, al no ser la dueña, no era responsable de su trato tan degradante. No es un establecimiento, ni de lejos, a la altura de lo debido y exigido en Donostia; ni siquiera de una chabacana tasca.
Da gusto ir a donde te atienden siempre con una sonrisa, con amabilidad y educación. La guinda para unos pintxos y raciones fantásticos (las brotxetas de gambas insuperables) y los zuritos y cañas son tamaño XXL.
Excelente bar de pintxos raciones y bocatas. Las bravas, los calamares y sobre todo las brotxetas de lujo. Enormes bocatas. Y las cañas en vaso de sidra “hasta arriba”. El ambiente inmejorable, siempre hay una sonrisa. A seguir así.
Bar de pintxos y raciones con alguna sorpresa de temporada,con buenos precios y mejor trato. Muy bueno para ir con la familia y disfrutar la plaza Sagastieder
El sitio es lo que es, un sitio normal de tamaño y de comidas sencillas. Los bocatas muy buenos y de precio razonable y las raciones igual. Para una cena rápido muy bien.