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Avaliação da contribuiçãoFuimos a mediodía y a pesar de no haber tanta gente, tardaron 1 hora para traernos la ensalda de entrante y el agua y 1 hora 45 minutos para traernos los platos principales. La calidad de los productos buena, pero el sitio no acompaña. Tiene buenas vistas, pero un calor insoportable a mediodía. Cuenta de 60 euros sin café,ni vino ni postre, con mesa sin siquiera un triste mantel de papel. Y para terminar, no se puede pagar con tarjeta, cosa que no se indica en ningún sitio (en cambio sí que te piden que les hagas un bizum). En resumen, ni lo recomiendo ni vuelvo.
No sabíamos donde comer y acabamos en este restaurante por las opiniones y estamos muy de acuerdo en todo. Es un sitio de los de toda la vida, al fondo hay una terraza con unas vistas muy bonitas del pantano, el servicio es cercano y agradable, tanto el camarero como el cocinero se portaron muy bien con nosotros. Lo mejor es la comida, pedimos 6 platos diferentes y todos nos encantaron, tanto por cantidad como por sabor; presa, lagarto, solomillo y especialmente la sepia estaba excelente, las carnes son muy tiernas y las sirven con guarnición. No tienen menú, hay que pedir de la carta, los precios nos parecieron bastante moderados. Si volvemos por la zona volveríamos allí sin duda.
El solomillo de cerdo se deshacía en la boca y la sepia a la plancha impresionante. Y unas bravas con alioli y mojo
El mejor venado que he probado en mi vida, con toque de mole poblano. Terraza con vistas preciosas. Servicio muy cercano.
Para comer es muy buen sitio. La morcilla muy recomendable, y encima es de la zona. El pulpo también les sale muy sabroso. Cocinero dueño y camarero buenas gentes