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Avaliação da contribuiçãoLugar muy agradable, con vistas al puerto y al mar. Los camareros, muy profesionales.
Pedimos un poco de todo Tod nos pareció espectacular y muy agradables en la atención. Me encanto
Me pareció caro: pedimos unas gambas rebozadas, 2 platos de arroz (uno de marisco y otro de verduras), 2 cañas y 2 cafés. Nos sirvieron también, aparentemente por error, un platito de almejas guisadas (18€ de las cuales la mitad estaban cerradas). A la hora del postre, dijeron que solo tenían disponible una "pequeña pasta de hojaldre típica de Portugal". El total fue de 82€ que además tuvimos que pagar en efectivo ya que argumentaron que el datáfono no funcionaba. La comida estaba sabrosa, pero nada extraordinario. Incluso el arroz de verduras estaba algo seco. El trato al cliente fue correcto. En cuanto a la higiene del local... mi pareja no pudo utilizar el baño debido a su lamentable estado. No volveré.
Me pareció caro: pedimos unas gambetas gabardina, 2 platos de arroz (uno de marisco y otro de verduras 2 cañas y 2 cafés. Nos sirvieron también, haciendo ver que fue un malentendido, un platito de almejas guisadas (18€ de las cuales la mitad estaban cerradas. A la hora de tomar postre, dijeron que lo único que podían servir era una “pequeña pasta de hojaldre típica de Portugal” Total 82€ que además tuvimos que pagar en efectivo argumentando que el datáfono no les funcionaba. Comida sabrosa si, pero tampoco nada del otro mundo. Incluso el arroz de verduras algo “seco”. Trato al cliente correcto. Higiene del local …. mi pareja no pudo entrar en el baño al ver su lamentable estado. No volveré.
Algo diferente en la franja marítima de Vilanova i Geltrú. Comida portuguesa y sudafricana. No dejéis de probar el bacalao en sus diferentes variantes. Y por supuesto, no olvidemos el trato. Increíble, amables y con mucha simpatía. Y el vino tinto, el insólito reserva, un gran acompañamiento para tan buena comida. Una experiencia excelente!